Un recorrido por sus calles empedradas nos va descubriendo magníficos rincones de aspecto medieval que nos conducen hasta el castillo, situado en lo más alto de la ciudad. Allí además de contemplar las vistas, tenemos preparados una serie de juegos y gymkhanas que jugando nos transportan hasta la época. Aunque también podemos hacer un salto en el tiempo en los talleres del Museo de Arte Contemporáneo.



